Por Alejandro Jodorowsky
Según la sabiduría de Jodorowsky esa es una genial manera de escapar de la cárcel mental. ¿Caeré por el acantilado?, ¿moriré? por qué desaprovechar la ocasión de probar unas manzanas que deben ser tan dulces como inaccesibles.
De verdad que sin mirarla pense lo mismo comerme las manzanas al menos morir con la tripa llena jajaja.
ResponderEliminarInteresante descripción de movimiento pánico....
un besito
Antares Hola: La vida y obra de este autor chileno es fascinante, así que le dedicaré algunas entradas más. Tu respuesta coincidió con la mía jejeje Mis gatos me han enseñado que si no te mueves por suficiente tiempo... terminan por perder el interés, así mientras eso sucede te comes tu manzana jajaja
ResponderEliminarUn abrazo gordo
Ro
Yo sin duda tiraría manzanas al hocico del cocodrilo hasta aburrirlo y que se marchase, luego bajaría y me comería una sabrosa manzana con el saber del deber cumplido. Está bien lo del Jodorowsky, pero vaya, muy práctico no se puede decir que sea el hombre, jeje
ResponderEliminarAbrazos
Sinuhe: ¡buena respuesta!, ¿acaso los chicos son combativos? jejeje Últimamente mi vida me ha ofrecido tantas oportunidades de crecer, de decidir (léase adversidades jeje), que he caído en la cuenta que 'comerme el coco' no soluciona nada y encima me deja infeliz y frustrada; así que esta fábula me ha enseñado que vivir el momento y tomar las manzanas que me ofrece la ocasión, finalmente el 'problema' en algún momento se solucionará, si estoy en calma (comiendo mi manzana), la perspectiva será mas favorable, ¿no te parece? jeje
ResponderEliminarGracias por tu comentario, besos.
Ro
Es una buena enseñanza...
ResponderEliminarMuchos besos.
Sakkarah: Si hacemos una división imaginaria de nuestra vida, diría que en este segmento presente recibimos, vivimos, compartimos, aprendemos, etc., lo que nos corresponde, lo adecuado para continuar. Esta fábula nos da su aportación.
ResponderEliminarGracias y un beso
Ro