Antes de dedicarse de lleno a la literatura, Saramago ejerció como cerrajero, mecánico, editor y periodista, pero fue en 1947 cuando hizo realidad su mayor ilusión, la de ser escritor, publicando la novela 'Tierra de pecado'.
Una de las obras que le encumbraron fue su novela 'El Evangelio según Jesucristo' (1991), muy criticada por El Vaticano y objeto de un polémico veto en 1992 al Premio Literario Europeo. En su opinión, esta obra "es como una relectura de los evangelios, es como un viaje al origen de una religión".
El año 1995 fue especial para él, con la obtención del Premio Camoens al conjunto de su obra y la publicación del 'Ensayo sobre la ceguera', primera entrega de su trilogía sobre la identidad del individuo, que continuó con 'Todos los nombres' (1998) y cerró con 'Ensayo sobre la lucidez" (2004).
Hace 12 años se convirtió en el primer portugués en recibir el Nóbel de Literatura por haber creado una obra en la que "mediante parábolas sustentadas con imaginación, compasión e ironía, nos permite continuamente captar una realidad fugitiva".
En 2008 comenzó a publicar su blog, 'El cuaderno', y el año pasado presentó su última novela, 'Caín'.
Desde que descubrí a Saramago, hace ya muchos años, sus libros siempre han tenido un puesto destacado en mi estantería. Me apena muchísimo que haya cesado ya el fluir de sus palabras que trataba como él solo podía hacerlo, sin posibilidad alguna de imitaciones no copias. Una verdadera pena, menuda temporada que llevamos, se van marchando poco a poco todos los grandes del siglo pasado. En fin, como él mismo contaba en Las intermitencias de la muerte, todos tenemos que morir o la vida, no sería vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Sinuhe: Lo has dicho todo, coincido contigo, nos queda el consuelo de su obra.
ResponderEliminarUn abrazo
Ro