"He sostenido siempre que cuando escribes tienes que olvidar todas las normas, el estilo literario y demás presunciones como palabras importantes, oraciones arrogantes y frases por el estilo, es decir; saborear las palabras como el vino y, adecuadas o no, escribirlas por lo bien que suenan. Creo que habría que escribir, en la medida de lo posible, como si uno fuera la primera persona de la tierra y describiera humilde y sinceramente lo que ha visto, experimentado, amado y perdido, sus pensamientos fugaces y sus pesares y anhelos; y esas cosas deberían decirse evitando cuidadosamente frases corrientes, el empleo trivial de las palabras vulgares y demás. Habría que combinar Wolfe, Flaubert y Dickens.
El arte es bueno cuando nace de la necesidad. Tal origen es la garantía de su valor; no hay otro."
tiene mucha razón...
ResponderEliminarMuchos autores coinciden con el contenido de este post, por algo será. Es un gusto que tú y yo también estemos de acuerdo.
ResponderEliminarGracias "Otra vez a viajar al olvido" por tu comentario.
Un abrazo
Ro
Leí hace tiempo algunas cartas de Cassady a su gran amigo y quedé sorprendida por su enorme talento. Ambos tuvieron vidas apasionantes y finales tristes, pero admiro y envidio que en el fondo, lo que hicieron fue pagar el precio que exige la libertad absoluta. Besos.
ResponderEliminarCati: cierto, estos personajes estuvieron unidos gran parte de sus vidas, y ambos eran "rebeldes"; me pregunto si no fue precisamente esa manera de vivir, lo que disparó su creatividad, las vidas complicadas encierran grandes creaciones.
ResponderEliminarTe abrazo, gracias por comentar.
Ro