Dijo un petirrojo: la primavera nunca llegará,
más nidos no he de construir.
Dijo un rosal: Tanta helada me destruirá,
mi savia no me ha de volver a nutrir.
La Media Luna dijo: La noche es algo tan largo, lento,
que no quiero crecer ni menguar.
El Océano dijo: Hace mucho que estoy sediento
pues los ríos de la tierra son un erial.
Pero vino la primavera y construyó el petirrojo,
y en su garganta vibró un canto de amor.
Se marchó la escarcha, y el color rojo
vistió la savia de tallo, hoja y flor.
Brilló
y si su azul rizó, su sed nunca apagó.
Christina Rossetti
Un soneto invernal.
En: Harold Bloom.
Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de todas las edades.
2003. Barcelona: Anagrama.
Esto me hace reflexionar sobre el azar de nuestro futuro. Al final, el camino está trazado y continúa haciendo caso omiso a nuestros intentos de moldearlo.
ResponderEliminarUn abrazoo
Sinuhe: Asi es, hay ciclos que se cumplen, mas allá de las intenciones o animo de cada cual.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo y un beso
Ro