"Sé culto en tu pasión, y magnífico en tu maldad.
Cualquier imbécil puede comportarse como un loco; para convertirse en un Diablo hace falta auténtica sabiduría."
Antología, narrativa, cuento, relato.
"Sé culto en tu pasión, y magnífico en tu maldad.
Cualquier imbécil puede comportarse como un loco; para convertirse en un Diablo hace falta auténtica sabiduría."
Taller literario
Cinco puntos de partida
1. Para hacerle frente a estos tiempos, nada mejor que darse el lujo de crear.
2. Sólo escribiendo se aprende a escribir. Escribiendo y corrigiendo, hasta que lo escrito nos represente.
3. Quienes rinden culto a la espontaneidad, sin ir más allá de lo que les salga, no irán más allá de lo que les salga.
4. Jamás se deberá intentar escribir de acuerdo con recetas o moldes prefijados. Tal cosa no existe, no tiene nada que ver con la verdadera creación.
5. El acercamiento a la literatura significa un desgarrante acto de felicidad. Si un hombre necesita crear (por desesperación, no por dinero o fama) y logra dominar su estilo para dar forma a sus sueños más escondidos, será un artista singular, único, irrepetible.
Marcelo di Marco
Dijo un petirrojo: la primavera nunca llegará,
más nidos no he de construir.
Dijo un rosal: Tanta helada me destruirá,
mi savia no me ha de volver a nutrir.
La Media Luna dijo: La noche es algo tan largo, lento,
que no quiero crecer ni menguar.
El Océano dijo: Hace mucho que estoy sediento
pues los ríos de la tierra son un erial.
Pero vino la primavera y construyó el petirrojo,
y en su garganta vibró un canto de amor.
Se marchó la escarcha, y el color rojo
vistió la savia de tallo, hoja y flor.
Brilló
y si su azul rizó, su sed nunca apagó.
Christina Rossetti
Un soneto invernal.
En: Harold Bloom.
Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de todas las edades.
2003. Barcelona: Anagrama.
Ahora la palabra escrita: ¿Escribir y Meditar?
Odio el silencio, porque tu voz está aquí cuando no oigo a nadie más.
Odio la oscuridad, porque tu rostro está aquí cuando ella reina en mi mente.
Y yo no sé por qué éste sentimiento se está creando en ti.
Pero, olvidaste cuando nosotras hicimos el trato.
Odio los susurros, porque ellos hacen que me sienta como en nuestros días de amistad.
Odio el invierno, porque me hace recordar tu aroma.
Y todo lo que hice, y todo lo que quise hacer,
ya no tiene sentido para mi.
Pero tú sigues en mi corazón.
Pero tú permaneces junto a mí en mis ilusiones.
Y yo sueño, y yo sueño...
que algún día tu podrás estar aquí.
Y cualquier lugar a donde vaya, tú estás ahí.
Yo no puedo remover todo lo que tú me enseñaste.
Así como los humanos no pueden manejar el universo,
Yo no puedo eliminarlo todo, no como tú.
La gente dice 'la esperanza es lo último que se pierde'
Pero yo creo que aquellos ángeles ya no existen más.
Tú ya haz dejado de ser un ángel,
porque tú ya no tienes a nadie a quién proteger.
Pero tú sigues en mi corazón.
Pero tú permaneces junto a mí en mis ilusiones.
Y yo sueño, y yo sueño...
que algún día tu podrás estar aquí.
Y cada vez que yo veo hacia el pasado,
te veo a ti sentada en mis lágrimas.
Porque cuando uno lo está dando todo,
tú acabas siendo apuñalado por la espalda.
Pero tú sigues en mi corazón.
Pero tú permaneces junto a mí en mis ilusiones.
Y yo sueño, y yo sueño...
que algún día tu podrás estar aquí.
zoledhad
http://zoledhad.blogdiario.com/1227721980/you-already-to-ceased-to-be-my-angel-/
Lee algo mas sobre el Cuento...
Vivir es aferrar, sujetarse fuertemente a algo, a - ferrar, sujetar las ferras, lanzar el ancla en un lugar, sujetarse fuertemente para no naufragar. Cuando se nace uno se aferra al primer aliento, a jalar aire para poder vivir, para respirar. Se aferra al cuerpo de la madre para tener calor y al pezón para tener alimento, se aferra con las manos, los labios y hasta con los dientes. Después se sigue aferrado a todo lo que este al alcance. Se aferra uno a la palabra para poder decir, para poder ser, para poder matarse un poco. Para ganar hay que perder, incluso a veces perderlo todo. Uno deja de lado a las personas que jamás amaremos u odiaremos como a ninguno, perder para ganar. ¿Vale la pena? Quizá.
Se sigue aferrado a la creencia que se es necesario, a la posibilidad de darle al otro algo, a sentirse alguien o al menos algo, lo que sea, perro, gato, pedazo, aire, lo que sea. Aferrarse a alguien que después diga que no se es necesario es la muerte, aferrarse a la mano de la madre al cruzar la calle con el temor de dejar de ser si la suelta, aferrarse a un libro que dice toda la verdad sobre todo, que habla sobre un hombre que dejo de ser hombre y se volvió algo mas, se volvió ligero, tanto que pudo elevarse hacia los cielos. Aferrarse a un maestro que tiene las respuestas a todas las cosas que siempre me han intrigado, cosas que no tienen respuesta alguna fuera de un salón de clases. Aferrarse al cuerpo de la novia de la secundaria, que aunque pasen los años que pasen siempre tendrá un lugar en alguna parte del corazón y sentirse morir cuando ya no este, cuando haya desaparecido, cuando diga no mas. Aferrarse a los amigos que lo son todo, a lo que ofrecen en todos los sentidos, a su hombro que lo sostiene a uno y le permite el andar en un mundo tan, pero tan jodido.
Después correr por el mundo aferrado a un titulo universitario que me dice que soy y para que sirvo, que significo para los demás y que me dirán cuando me hablen. Aferrado a un saber que me da identidad y me hace ser lo que soy, al menos superficialmente. Aferrarse a los padres muertos o agonizantes, a la idea de la inmortalidad, a la niñez que nunca volverá. Aferrarse a un trabajo que me deja vivir y me hace vivir, que me llena de satisfacciones y me hace sentir útil, me dice que para lo que sirvo es servir. Aferrarse a los hijos que son la perpetración de mi ser, la eterización de lo que aun soy, a la ideas que siempre estarán ahí, que verán por mi al final de mis días y que me dirán siempre lo importante que fui para ellos. Aferrarme a lo que crece en mi cuerpo, en mis huesos, en mis adentros, aferrarme al cáncer que me consume y me destruye por dentro, unas veces rápido, otras muy lento. Aferrado a la idea de poder vencerlo sabiendo que es una batalla perdida, aferrado a la idea de seguir viviendo sabiendo que la muerte es lo único que deseo desde el principio. Aferrado a la idea de que la vida es prestada y habrá que devolverla, aferrado a que hay algo después de la muerte, que solo es un pasaje de transito hacia otro lugar, aferrado para que me permita seguir viviendo y que morir es en realidad el todo y la nada.
Visitor Q
Imagen: Alexej Ravski
Charles Bukowski, brevemente opina:
Segunda espiral
Jardines a Flor de piel
Del libro Los Jardines secretos de Mogador
De Alberto Ruy Sánchez
Rompí la hucha del deseo,
en ella estabas tú.
Te gasté nada más atraparte.
Ahora quiero volver a tenerte...
Pego los trozos de la hucha
y, no logro encontrar
el trozo que une
al amor
Vivir sin pareja...
Una experiencia necesaria.
Todas las mujeres en algún momento de nuestra vida debiéramos hacer el ejercicio de estar un tiempo suficientemente largo sin pareja.
No me refiero a ese tiempo que existe entre una relación de pareja que concluye y otra que se espera que comience, o a cargar como inexorable en la vida el "estar sola" porque no se encuentra con quién estar. Si no a una elección consciente de un ejercicio pleno de la autodeterminación y el autoabastecimiento económico, afectivo y sexual.
Se trata de una experiencia inigualable para dejar aflorar todos nuestros recursos y capacidades, conocernos como de ninguna otra manera podemos hacerlo.
Disponer exclusivamente del tiempo, espacio, voluntad, recursos -y hasta del control remoto de la televisión- es una experiencia sumamente placentera que muchas mujeres se deben en su vida.
Quienes pasaron de la casa familiar a la casa matrimonial que terminó, quienes padecieron una pareja violenta o desvalorizante, quienes transitaron un divorcio traumático quienes nunca se fueron solas de vacaciones, quienes nunca estuvieron en pareja y sienten eso como una frustración, se deben en su vida la experiencia de vivir felizmente solas, de no compartir la casa ni la cama con nadie, ni añorarlo, durante un tiempo prudencialmente largo.
La situación puede llegar inesperadamente, pero ahora que está, puedes reelegirla tú misma: "Si, esto está bien así, quiero aprender y disfrutar de estar sin pareja" y actuar en consecuencia con ello. Decidir la vida como si nunca más fueras a estar con alguien, te permitirá conocer tus propios límites, recursos, deseos, posibilidades, como nunca antes lo pudiste haber hecho.
Diseñar tu espacio solamente para ti, es una experiencia vital que una mujer debiera conocer. Qué deseas, cómo lo deseas, cuánto lo deseas, conocerlo, re-conocerlo y hacerlo acto en tu vida, será una experiencia inigualable de la que aprenderás más de ti misma, que en el resto de toda tu existencia.
En los momentos en los que sientas que tu voluntad de continuar sin pareja flaquea -los mandatos son fuertes y esto puede sucederte por convencida que estés de vivir esta experiencia-, sólo será necesario recordar los cientos de condicionamientos que tenías cuando estabas en esa situación. O ir a un restorán, pedir una rica comida y un buen vino y sentarte a observar las parejas a tu alrededor: ¿cuántas son las que se ven realmente felices de compartir ese tiempo juntos?, ¿cuántas siquiera conversan animadamente?... ¿y la que permanece en absoluto silencio durante toda la cena?, ¿te habías fijado antes en esto? Piensa: ¿es esa la pareja que añoras tener?...
Esa pareja "diferente" que sueñas, no podrá ser nunca si antes no eres otra de la que fuiste.
Estando sin pareja, no tienes porqué estar sola cuando no quieras estarlo... muchos hombres y mujeres en pareja están profundamente solos... recuerda cuando tú misma lo sentiste así estando acompañada. Amigas y amigos, familiares, y hasta tú misma, pueden ser una excelente compañía cuando sientas que estar sola no es lo que hoy quieres.
No se trata de renegar de la relación de pareja, se trata sólo de reconocer que la relación de pareja no es lo que pensamos que es cuando estamos solas... Es lo que vivimos cuando estuvimos en pareja, y siempre que nosotras no podamos ser otras que las que fuimos, eso se volverá a repetir de modo inexorable.
Se trata de que si no ahondamos en nosotras mismas, no nos "amigamos" con nosotras, nuestras relaciones siempre serán lo que fueron las que hasta aquí nos trajeron.
Se trata de que sólo quien puede estar sola en plenitud, puede estar plenamente con otro.
Andy
YO AHORA SOBREPASO MI TRADICION FINANCIERA FAMILIAR. Yo honro las raíces de mi familia. Yo reconozco la lucha y el sacrificio de mis padres y sus padres. En agradecimiento a todo lo que se me ha dado, yo ahora doy un salto a territorio desconocido. Yo exploro un nuevo mar de prosperidad. A partir de los logros de mi familia, supero su historia financiera y abrazo el éxito ilimitado. Gracias, Dios"
✬Bob Mandel✬
Por muy oscuro que esté, tengo la certeza de que volverá a brillar la luz.
Acepto lo que no puedo cambiar. Ya se trate de mí mismo, de otras personas o de las circunstancias, sé que necesito armarme de paciencia. La situación puede prolongarse.
La solución que yo adopte no tiene que ser la tuya. Elijo la que me libera de mis propias expectativas y de las expectativas de los demás, de todas las ideas preconcebidas acerca de cómo deberían ser idealmente las cosas.
Me permito sentir ira y tristeza o tener miedo. Pero no estoy a merced de mis sentimientos. Les doy espacio y decido cuándo es hora de pasar a otros pensamientos y cambiar el estado de ánimo.
Asumo la responsabilidad sobre mí mismo. Nadie más determina qué es lo que yo pienso, siento y hago. Soy yo quien configura mi propia vida.
No estoy solo. Si no me obstino en esperar o en estar dispuesto a recibir ayuda de ciertas personas, permanezco abierto a ofertas inapropiadas. Poder introducir una diferencia positiva en la vida de otras personas me fortalece a mí mismo.
Sea cual sea lo que deje a mis espaldas y con independencia de lo importante que pueda ser, tengo un futuro para el que pueda prepararme interiormente. Mis expectativas determinan de algún modo lo que esté por venir.
Todo lo que he vivido es mi capital, le pertenece a mi persona y a mi vida, No repetiría voluntariamente todas las experiencias, pero tampoco quisiera prescindir de ellas, porque sin ellas yo sería otra persona. Lo que soy y la manera en que puedo cambiar está íntimamente relacionado con lo que fui (y con lo que fue).
M. Gruhl, “El arte de rehacerse: la resiliencia“